dilluns, 28 de novembre del 2011

LOS FELICES AÑOS 20


Los llamados “felices años veinte” fue un periodo histórico que tuvo lugar en Estados Unidos entre los años 1922 hasta el 1929. Fue un periodo de prosperidad y crecimiento económico que favoreció a todos los sectores de la sociedad estadounidense.
La novela que estamos trabajando, El Gran Gatsby, se sitúa en este periodo histórico de opulencia económica y de grandes fortunas de origen oscuro. Nada hacía prever lo que pasaría unos años después cuando la bolsa de Nueva York se desplomó con el Crack del 29.
Causas
Hubo una gran cantidad de factores que favorecieron económicamente a Estados Unidos, el más importante es la primera guerra mundial. El hecho de que Estados Unidos haya vendido a diferentes países europeos infinidad de armamento favoreció mucho su economía. Una vez la guerra se acabó, la economía europea se vio seriamente dañada. Países como Austria, Alemania o Hungría se colapsaron e Inglaterra ya no era la primera potencia a escala mundial. Este hecho redujo la actividad industrial de los países europeos, haciendo de Estados Unidos la principal economía productiva y exportadora a escala mundial. Muchos países europeos para reconstruirse pidieron préstamos y la compra de productos a Estados Unidos, cosa que lógicamente favoreció a su economía. Fue el primer paso para que Estados Unidos obtuviera la hegemonía del mundo.
Hubo otros factores, como el nacimiento de las primeras multinacionales, la nueva organización del trabajo, las cadenas de montaje y las nuevas fuentes de energía más baratas y seguras (electricidad y petróleo).
La sociedad norteamericana en los felices años 20
Durante los felices años veinte se vivió un clima de de euforia y confianza en el sistema capitalista y en la sociedad estadounidense. La gente consumía despreocupadamente  y se compraron miles de automóviles, teléfonos, radios, electrodomésticos y otros productos de consumo que pocos años antes eran exclusivos para ricos. Muchos eran pagados a plazos haciendo que la gente se endeudara. Se empezaron a pedir créditos para invertirlos en bolsa y para amortizar otras deudas de consumo.  Las clases  sociales ascendieron y la gente tenía más poder adquisitivo, la mayoría en activos bursátiles.
La producción en cadena  bajo los gastos de producción, despidiendo a muchos trabajadores. Aun así la demanda de productos desde Europa creo muchísimas nuevas industrias y la tasa de paro se contrajo. Las zonas rurales se modernizaron, y se construyeron centenares de quilómetros de ferrocarril. 
Dónde mas se vivió aquellos años fue en Nueva York. Allí se construyeron los primeros rascacielos, muchísimas nuevas líneas de metro, salas para conciertos de jazz, teatros  para espectáculos musicales y muchas nuevas infraestructuras y estructuras colosales para la época, como el Empire State Building.
En San Francisco empezaron las obras para lo que sería el puente colgante más largo y grande del mundo (para la época), el Golden Gate. En Los Ángeles, la industria cinematográfica empezó su primera época dorada.

Políticamente fue un periodo muy conservador gobernado Republican Party que aplicó medidas y políticas discriminatorias, racistas y de censura.  En el Senado se aprobó la llamada ley seca, en que se prohibió la producción, distribución y consumo de alcohol. Grupos criminales empezaron a comercializarlo ilegalmente y las autoridades policiales no podían contener el enorme gasto que suponía emprender represalias contra ellos. 



Final de los felices años veinte. Crack del 29
El gran endeudamiento que alcanzaron los principales países europeos con ese país originó que el bloque europeo suspendiera las importaciones, por lo que Estados Unidos no tenía dónde colocar el excedente de producción dado el descenso de las ventas al exterior.
La excesiva producción y la escasa demanda hicieron que la inflación de los préstamos creciera aún más; las deudas crecen y los valores de las distintas materias bajan en el mercado.
En  Estados Unidos, los inversionistas norteamericanos, invierten todo el ahorro de su vida ya que, con poco dinero, se podían amasar grandes fortunas; estos comenzaban a comprar por medio de créditos, pero sin suficientes garantías ni medios para pagar; los agentes de préstamos acudían a su banco y entregaban las fichas de préstamos sin garantías, los bancos acudieron a la Reserva Federal de oro, pero al no haber demanda, los inversionistas se quedan sin dinero para pagar sus préstamos, y los bancos no podrían pagar a la Reserva Federal, que se quedó sin capital, y los bancos se endeudaron con el país; los inversionistas endeudados con los bancos son obligados a vender, perdiendo los países gran parte de sus reservas de oro por la inflación.
Todo eso llevo a un desplome de la bolsa sin precedentes, llamado Crack del 29. Muchas familias, empresas y administraciones públicas es declararon en bancarrota ya que sus activos bursátiles no tenían valor alguno. Empezó la Gran Depresión.

Paralelismo entre los felices años 20 y la burbuja inmobiliaria española (1997-2008)
En España, durante los años 1997 y 2008 se creyó ciegamente en la vivienda. Vivíamos una época donde comprar vivienda era la moda. El hecho de que cada día que pasaba los precios inmobiliarios subían y subían mucha gente pensó que la vivienda era el valor más seguro. Empresas, bancos y personas de todo tipo compraron vivienda para luego especular con ella y así quedarse con el excedente de diferencia de precio entre el año que la compró y el que la vendió. Los altos precios de las viviendas eran pagados mediante préstamos. Todo eso llevo a una llamada burbuja inmobiliaria que estalló durante la crisis que empezó en Estados Unidos en 2008 y se contagió a la Unión Europea en cuestión de días.
La gran deuda que acumulaban las familias, empresas y administraciones públicas con la banca española era descomunal como descomunal era la deuda de la banca española con la banca internacional
Tiene un cierto paralelismo con los felices años 20 y el crack del 29. El hecho que hayamos confiado en la vivienda como valor seguro durante un periodo de prosperidad es igual a como ellos creyeron en la bolsa como valor seguro. En el crack de 29 las familias y empresas no podían amortizar a los bancos sus préstamos con unas acciones que no tenían valor alguno, igual que actualmente no se pueden amortizar los préstamos con unos pisos sin valor económico.